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OdP-blanco

REGISTRO DE
POETAS 

ROSABETTY MUÑOZ / FLORENCIA SMITHS / SOLEDAD FARIÑA / DANIELA CATRILEO / ALEJANDRA GONZÁLEZ CELIS / VICTORIA RAMÍREZ / LAS BICHAS, CAMILA SULLIVAN Y ARIEL INOSTROZA / GLORIA DÜNKLER / VERÓNICA JIMÉNEZ / JULIETA MARCHANT / CONSUELO MARTÍNEZ / CARMEN AVENDAÑO / ROXANA MIRANDA RUPAILAF / MACARENA URZÚA / DAMSI FIGUEROA / GLADYS GONZÁLEZ

Proyecto de experimentación poético-musical que busca fusionar ambas disciplinas en un repertorio que se inscribe como propuesta en la tradición de las vanguardias de música y de poesía sonora, donde también concurren lo escénico y lo visual, conformando una experiencia estética compleja y pulsional, que se propone trabajar en la frontera de la música y la poesía, sin llegar a la canción, ni tampoco a la poesía sonora pura u obra indescifrable.

Daniela Catrileo
(San Bernardo, 1985)

Escritora y filósofa mapuche, ha publicado los libros de poemas Cada vigilia (2007), Río herido (2013), Invertebrada (2017), El territorio de viaje (2017), Guerra Florida (2018), Las aguas dejaron de unirse a otras aguas (2020) y el libro de relatos Piñén (2019, ganador del Premio Mejores Obras Literarias mención cuento 2020). También ha incursionado en la video performance con la obra “Llekümün”, primer lugar en “AX. Encuentro de las Culturas Indígenas y Afrodescendiente 2020.” Fue becaria de la Fundación Neruda en 2011 y ganadora de la beca de creación literaria del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Es integrante y fundadora de la colectiva feminista mapuche Rangiñtulewfü.

Su obra se mueve entre la poesía, el relato, el pensamiento y las imágenes con fluidez que toma prestada de las aguas de los ríos. Estos reaparecen siempre en su obra como imagen del tránsito, de lo fugaz, de lo inasible del origen, pero también de la necesidad de tender puentes y cruzarlos. Si su narrativa se ha hecho conocida por explorar la experiencia de descendientes de mapuche en un contexto urbano, su poesía indaga de manera más oblicua en las mismas preguntas, pero en una trama hecha de silencios, ausencias, trizaduras, traumas conjugados con una belleza tensa, frágil, dolorosa, impura. Como escribe, en Río herido: “No hay pureza / ni casa propia / en / el movimiento de las aguas.” (13) 

Su trabajo proviene en muchos casos de la escritura cotidiana en un diario, pero también se nutre de conversaciones, encuentros, obras audiovisuales e investigaciones de archivo. Entre las numerosas y variadas lecturas que la han marcado, destaca la poesía de Nadia Prado y Elvira Hernández, la escritura de Guadalupe Santa Cruz, el trabajo poético de Liliana Ancalao, Graciela Huinao, Adriana Paredes Pinda, junto al pensamiento situado del Colectivo del Río Combahee, Angela Davis,  José María Arguedas, José Carlos Mariátegui, Aura Cumes, Yásnaya Aguilar, Gladys Tzul Tzul, María Lugones, Ochy Curiel. Su obra conversa también con referentes como el cine de Raúl Ruiz y el pensamiento de autores tan diversos como Spinoza, Benjamin, Bergson, Emanuele Coccia, Georges Didi-Huberman, Gloria Anzaldúa y Cherrie Moraga.

Los poemas que presenta en este registro provienen de los libros Guerra Florida y El territorio del viaje, que como ella misma señala, pese a tener temáticas muy diferentes “tienen en común la cadencia y el ritmo de la escritura, como si fuesen escritos a partir de la escucha, del tanteo de las calles, del cuerpo. Son poemas con cierto pulso que los atraviesa, poemas que me mueven el cuerpo cada vez que los leo.”

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